Todavía intento asimilar el final de la segunda temporada de Boardwalk Empire, es más, intento asimilar las dos semanas en las que me he visto los 24 capítulos que tiene la serie de HBO a día de hoy. Maravillosa es quedarse corto y me pregunto cómo será Homeland para que le haya arrebatado el Globo de oro a esta gran serie.
La trama nos transporta a los años 20 a la ciudad de Atlantic City, recién entrada la ley seca, donde el tesorero de la ciudad Enoch “Nucky” Thompson empezará a abastecer la ciudad de alcohol violando la ley y haciendo tratos poco limpios. Es una historia de mafia y corrupción de las que tanto les gusta hacer a los la HBO.
Destacan muchas cosas y empezaré por el reparto encabezado por el gran Steve Buscemi, el cual se luce en casi todos los episodios gracias al buen guion, pero no solo él hace grande esta producción, Michael Pitt (no tiene nada que ver con Tyler Durden) durante la segunda temporada se coloca al nivel de Buscemi. El reparto en global da envidia y seguramente tenga parte de culpa de que tenga uno de los episodios piloto más caros de la historia.
La realización es otra de las grandes armas de Boardwalk Empire, cuidada al detalle tanto en vestuario como en localizaciones. Es sin embargo la fotografía lo que se lleva el gato al agua, junto a Breaking Bad es la que mejores planos nos deja. Muchos instantes son dignos de aparecer en cualquier película de culto.
La HBO quería recuperar el prestigio perdido de cuando emitía a Los Soprano; The Wire y A dos metros bajo tierra, parece que con Game of Thrones y Boardwalk Empire lo están logrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario